Colombia está catalogado como uno de los 15 países con más bajo rendimiento escolar, esto según estudios divulgados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en el año 2016, los cuales analizaron más de 64 países a través de las reconocidas pruebas PISA, midiendo el rendimiento escolar en 3 áreas específicas (matemáticas, ciencias naturales y lectura comprensiva) a estudiantes de educación secundaria. Para el país resulta indispensable elevar sus niveles educativos, de tal manera que sus jóvenes ciudadanos igualen y compitan con sus pares en todo el mundo y contribuyan al desarrollo económico, social y cultural de la nación.
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Modelo de educación en Colombia
El modelo tradicional de educación en Colombia ha sido cuestionado en los últimos años debido a su limitada efectividad para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, especialmente en pruebas internacionales. Este modelo se centra principalmente en la transmisión de contenidos, dejando de lado espacios fundamentales como la reflexión, la contextualización y la aplicación práctica del conocimiento.
Como consecuencia, muchos estudiantes experimentan desinterés, desmotivación y dificultades para aprender, ya que no logran encontrar sentido ni utilidad real a lo que estudian dentro del aula.
Limitaciones del modelo educativo tradicional
Uno de los principales problemas del sistema educativo tradicional es que prioriza la acumulación de información sobre el desarrollo de competencias. Los estudiantes aprenden conceptos, fórmulas y definiciones, pero rara vez se les enseña a utilizar ese conocimiento para resolver problemas reales.
Al no fortalecer habilidades como el pensamiento crítico, el razonamiento lógico y la toma de decisiones, los estudiantes suelen saturarse de información que, aunque relevante, no saben cómo aplicar en situaciones concretas de la vida diaria. Esto los lleva, en muchos casos, a recurrir a la especulación como estrategia de solución, generando errores, desinformación y una percepción de incompetencia académica.
La necesidad de educación alternativa
Ante este panorama, muchos psicólogos y expertos en educación recomiendan complementar la enseñanza escolar con educación alternativa. Este tipo de educación no reemplaza al colegio, sino que lo refuerza mediante metodologías diferentes, enfocadas en el desarrollo integral del estudiante.
La educación alternativa puede incluir opciones como:
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Profesores particulares
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Tutorías académicas
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Instituciones de refuerzo extracurricular
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Programas especializados por competencias
Estas alternativas permiten atender las necesidades individuales de los estudiantes y fortalecer aquellas áreas que el modelo tradicional no logra cubrir completamente.
Educación alternativa: una respuesta a las exigencias actuales
La sociedad actual exige estudiantes capaces de analizar, interpretar, argumentar y aplicar conocimientos en contextos diversos. Por ello, la educación alternativa se enfoca en formar estudiantes activos, capaces de transferir lo aprendido a situaciones reales, tanto académicas como personales.
Este enfoque no solo mejora el rendimiento escolar, sino que también fortalece la confianza, la autonomía y la motivación por aprender.
Educación alternativa en IPLER
En este contexto, IPLER se posiciona como una opción sólida de educación alternativa en Colombia. Su modelo educativo se basa en el desarrollo de competencias y su aplicación en contextos concretos, potenciando el rendimiento académico de niños y jóvenes en las distintas áreas del aprendizaje.
El acompañamiento educativo que promueve IPLER complementa el proceso escolar tradicional, fortaleciendo habilidades académicas, cognitivas y personales. De esta manera, los estudiantes se preparan no solo para obtener mejores resultados académicos, sino también para enfrentar con éxito las exigencias de la sociedad actual.
Educación y desarrollo del país
Mejorar los estándares educativos no es solo un objetivo académico, sino una apuesta por el desarrollo del país. Una educación que fomente el pensamiento crítico, la comprensión y la aplicación del conocimiento contribuye a la formación de ciudadanos más conscientes, responsables y capaces de generar cambios positivos en su entorno.
Conclusión
El modelo tradicional de educación en Colombia, aunque necesario, resulta insuficiente por sí solo para responder a las demandas actuales del aprendizaje. Complementarlo con educación alternativa permite cerrar brechas, fortalecer competencias y ofrecer a los estudiantes herramientas reales para su futuro académico y social.
