Errores de los padres al apoyar la escritura en niños (y cómo evitarlos)
Sin embargo, muchos padres —con la mejor intención— cometen ciertos errores al acompañar este proceso que, sin darse cuenta, pueden generar desmotivación o frustración. Comprender estos desaciertos y aplicar estrategias sencillas es esencial para convertir la escritura en una experiencia positiva, divertida y significativa.

1. Exigir perfección desde el inicio
Muchos errores de los padres al apoyar la escritura en niños ocurren por falta de paciencia. Es natural que los padres quieran que sus hijos escriban bien, pero esperar perfección desde los primeros intentos solo genera presión y miedo a equivocarse. La ortografía, la caligrafía y la redacción se aprenden con el tiempo y la práctica constante.
Cómo evitarlo: valora primero las ideas y el esfuerzo. Celebra que tu hijo se atreva a escribir, aunque haya errores. Las correcciones deben hacerse con amabilidad y en un segundo momento. Un comentario positivo como “me encanta lo que estás contando” puede ser más motivador que una lista de fallas.
2. Comparar con otros niños
Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje. Las comparaciones —aunque sean sutiles— pueden generar ansiedad, frustración y baja autoestima. Ningún niño aprende igual, y medirlos con la misma vara puede hacer que pierdan la confianza en sí mismos.
Cómo evitarlo: enfoca la atención en su progreso personal. Puedes mostrarle cómo ha mejorado su letra, cómo usa mejor las palabras o cómo ahora escribe textos más largos. De esta manera, el niño aprende que lo importante es su evolución, no la comparación con los demás.
3. Corregir de manera negativa
Usar tachones excesivos, frases duras o un tono molesto puede convertir la escritura en una actividad desagradable. Si el niño asocia escribir con regaños, dejará de disfrutarlo y lo verá como una tarea difícil o aburrida.
Cómo evitarlo: procura acompañar cada corrección con una observación positiva. Por ejemplo: “Tu idea es muy interesante, ¿te parece si revisamos juntos esta palabra?”. Así el niño entiende que equivocarse es parte del aprendizaje, no un motivo de castigo.
4. Hacer las tareas en lugar del niño
Aunque puede parecer una forma de ayudar, hacer la tarea por ellos impide que desarrollen autonomía y seguridad. Además, les transmite la idea de que no son capaces de hacerlo solos.
Cómo evitarlo: guía a tu hijo con preguntas que lo hagan pensar: “¿Qué palabra podrías usar aquí?”, “¿Cómo podrías terminar esta historia?”. La clave está en acompañar sin sustituir. Cada vez que el niño resuelve algo por sí mismo, refuerza su confianza.
5. Descuidar el ambiente de estudio
Un entorno lleno de distracciones —como pantallas, ruido o poca iluminación— puede afectar la concentración y el interés por escribir. El cerebro necesita calma para organizar ideas y expresarlas correctamente.
Cómo evitarlo: crea un espacio tranquilo, con buena iluminación y materiales al alcance: lápices, colores, hojas y diccionarios. Mantener un horario fijo también ayuda a formar hábitos y a que el niño asocie ese momento con algo placentero y productivo.
6. Restar importancia a la lectura
La lectura es el combustible de la escritura. Cuando un niño lee, enriquece su vocabulario, mejora su ortografía y aprende estructuras gramaticales sin esfuerzo. Un niño que no lee tendrá más dificultad para escribir con fluidez y creatividad.
Cómo evitarlo: fomenta la lectura diaria con cuentos, historietas o incluso letras de canciones. Leer en familia o turnarse para leer en voz alta puede ser una excelente forma de fortalecer el vínculo y despertar el amor por las palabras.
7. Subestimar el juego en el aprendizaje
El juego es la forma natural que tienen los niños de explorar el mundo. Aprenden más cuando se divierten, cuando pueden imaginar, crear y expresarse libremente.
Cómo evitarlo: incluye actividades lúdicas como adivinanzas, rimas, canciones, dramatizaciones o historias colectivas en familia. Puedes inventar juegos como “el cuento de una frase”, donde cada uno aporta una parte de la historia. «Él niño no juega para aprender, pero aprende cuando juega” (Ministerio de Educación, 2018).
Conclusión
Según UNICEF la motivación y el ejemplo de los padres son claves en la escritura infantil. Evitar estos errores y acompañar con paciencia, empatía y estrategias positivas permitirá que tu hijo vea la escritura como una experiencia divertida, útil y enriquecedora. Recuerda: no se trata de lograr textos perfectos, sino de disfrutar el proceso de creación, reflexión y aprendizaje que implica escribir.
Con tu apoyo constante, tu hijo desarrollará habilidades comunicativas que le servirán para toda la vida. Y lo más importante: aprenderá que escribir es una forma de expresar quién es y cómo ve el mundo.
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Preguntas frecuentes
¿Cuál es el error más común al enseñar escritura a los niños?
Exigir perfección desde el inicio. Esto bloquea el proceso y genera miedo al error. La escritura se fortalece con práctica y paciencia, no con presión.
¿Cómo puedo motivar a mi hijo a escribir?
Con juegos, lectura compartida y reconocimiento de sus avances diarios. También puedes permitirle escribir sobre temas que le gusten: sus amigos, sus mascotas o sus sueños.
¿Qué relación existe entre lectura y escritura?
La lectura amplía el vocabulario, mejora la ortografía y estimula la imaginación. Cuanto más lea un niño, más facilidad tendrá para escribir con naturalidad y confianza.





